miércoles, 5 de noviembre de 2008

Leyenda

Mi nombre es Florentina Merino Flores originaria del estado de Oaxaca de la región mixteca, del municipio de Santiago Juxtlahuaca entre Huajuapan de León y Tlaxiaco, mis abuelos y todos las personas de allá cuentan muchas historias y anecdotas que ellos vivieron y de las cosas que sucedieron en varios lugares de ahí, como se formaron, por que se llaman así, etc. El relato que a continuación les voy a hacer me lo contaron mis padres y mi abuelo.
De Huajuapan a donde vivo hay un lugar llamado Santo Domingo Tonalà ahí hay un puente muy grande que se llama el puente de Tonalà, es un puente muy grande echo de metal, es muy largo y peligroso. A su lado hay cerros, son cerros muy grandes y se ven un poco feo, o más bien terroríficos, cuando vas cruzando se alcanza a ver toda la parte de arriba, ahora hay una escalera que conduce al interior de las rocas, pero la parte de abajo es muy hondo, si un carro se llega a caer, ahí no sobrevive nadie.
Como les digo todo tiene una historia y les contare ésta: Dicen que todo era cerro y para hacer más fácil el acceso empezaron a construir carreteras por toda esa parte y al llegar a ese lugar empezaron a escarbar tardaron mucho para terminarla y cuando ya pensaban que habían terminado se fueron y después se dieron cuenta que se iba derrumbando hasta que todo se vino abajo, lo más misterioso era que se caía en el momento que pasaban camiones con personas, los carros ni las personas podían pasar, no había paso, y un ingeniero de ahí mismo junto con otros empezaron a construir un puente tardaron varios días construyéndolo hasta que lo terminaron, pero no duro mucho porque cuando iba pasando un carro, y más si era un carro de pasajeros, el puente se volvía a caer, por lo tanto todos los que iban ahí se morían.
Y varias veces sucedía eso, el ingeniero no entendía lo que pasaba, ya muchas personas llevaban muertas ahí. El ingeniero bajo hasta el fondo para ver lo que pasaba, pues si habían construido el puente con el mejor material no entendían porque se caía, cuando él ya estaba abajo, empezó a ver todo, pero no encontró nada, de repente escucho un ruido muy fuerte y cuando volteo vio al diablo atrás de él, no supo que hacer, el diablo le dijo: sabes quien soy y dejare que construyas este puente solo si tu me das un camión de personas, quiero sus almas, y solo si me las das te dejare construir este puente.
El ingeniero no sabia que hacer, no le quería decir nada a su esposa, pues pensaba que ella no le creería, que pensaría que él estaba loco, pero como su esposa lo veía muy preocupado le pregunto y le contó lo que le había sucedido y su esposa le dijo: No te preocupes yo te voy a ayudar mañana vamos juntos. Porque el diablo le había puesto un plazo y ya había terminado. Al día siguiente al llegar la noche la señora tomó una lámpara, un espejo, y un gallo y el ingeniero se preparó, salieron de su casa rumbo al puente. Llegaron puntual y esperaron a que dieran a las doce de la noche.
La hora esperada llegó, y se empezaron a oír unos ruidos muy fuertes y apareció el diablo, el ingeniero se adelanto, y empezaron a hablar, mientras su esposa estaba escondida atrás de unos arbolitos, el diablo no aceptaba las propuestas del ingeniero, así que la esposa del ingeniero sacó las cosas que llevaba.
Puso al gallo frente al espejo y lo alumbró con la lámpara y en ese momento el gallo empezó a cantar y dicen que en ese momento el diablo huyó y que jamás volvió ahí.
Ahora el puente de Tonalá es un lugar turístico, donde muchas personas visitan la escalera que mencioné anteriormente, conduce hacia un tipo de cueva dentro de las rocas, y hay otra escalera que lleva hasta la parte de abajo, yo no he ido a verlo, pero he pasado, y cada vez que paso me da miedo que el carra se caiga, no porque el diablo lo tire, sino porqué, sí el chofer pierde el control voy a dar al fondo de la barranca.

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